lunes, 14 de abril de 2008

El fondo del mar

Reportaje al trompetista y compositor Juan Cruz de Urquiza.

Teniendo en cuenta que el nivel de deterioro general terminó por alcanzar incluso al fútbol, último bastión del triunfalismo argentino, ya muchos perdieron por completo la esperanza. También el Rock que en décadas pasadas supo ser orgullo nacional, se encuentra pos 2000 en un estado de modorra terminal.
Extrañamente si hay algo que no sólo no se empobreció en la última década sino que creció en plasticidad y riqueza fue el Jazz. ¡Sí, el Jazz! Frente a apatía generalizada, a partir de principios de los noventa, un grupo no tan numeroso de músicos revolucionó con sus producciones el panorama del Jazz “local”.
Cuesta hoy hablar de “escena local”, porque lo que menos se encuentra en los discos y las bandas de Jazz en Argentina es homogeneidad; las distintas propuestas y formaciones abarcan una gama multicolor del tipo “hay para todos los gustos”. La única marca que las une es la calidad, una calidad indiscutible y sorprendente.
Este fenómeno es doblemente interesante ya que históricamente salvo selectos sellos y artistas principalmente europeos, el grueso de la producción de Jazz es de factura estadounidense, país que cuenta a diferencia de nosotros, con la ventaja de la cantidad: miles de discos y miles bandas.
Sin embargo, (no puedo dejar de decirlo, aún a riesgo de ser acusado de hiperbólico y delirante) las mejores bandas no están tocando exclusivamente en selectos clubes neyorkinos, sino también a pocas cuadras, sin divismos y sin las mañas de los “consagrados”. Están a lo sumo a un colectivo de distancia e ir a verlas cuesta entre 7 y 15 pesos, bastante bien, ¿No?

El cuarteto

Especialmente interesante es el caso de Vigilia, el nuevo disco del trompetista y compositor Juan Cruz de Urquiza editado por S-Jazz a mediados del 2007. Urquiza que fue miembro entre 1999 y 2004 del Quinteto Urbano, parece haber conservado de aquella experiencia la preocupación por conformar una verdadera “banda”, en donde los músicos no roten de presentación en presentación, sino que perseveren en un trabajo a largo plazo tendiente agudizar la interacción, el diálogo. Es por eso que para su nuevo proyecto tras el quinteto, se alía con el contrabajista Mariano Otero, el baterista Daniel “Pipi” Piazzolla y el guitarrista Miguel Tarzia; tres músicos que potencian con su particular sonido y experiencia las composiciones de Urquiza.
El cuarteto edita en el 2005 también por S-Jazz De este lado, donde comienzan a perfilarse las particularidades de este verdadero nuevo “grupo”. Insisto en el carácter de grupo, porque aunque cada uno de los músicos tiñe las canciones con su reconocible estilo, el disco suena muy sólido, con un fuerte trabajo sobre lo rítmico que en su incesante impulso y retroceso nos remite al verso o a la marea.

Vigilia

Es una constante a lo largo de las siete canciones que componen Vigilia esa sensación de dirección y trabajo sobre el ritmo. Sin embargo de ninguna manera la presencia de riffs casi rockeros y la fuerza de las canciones impiden la proliferación de sutiles melodías y acompañamientos de notable sobriedad. Cada tema puede verse más bien como la interacción de una serie de capas sonoras que nos envían a distintos vocabularios y velocidades.
Salvo en Clifford, el séptimo tema que cierra el disco y que a modo de homenaje al joven gran trompetista, se mantiene dentro de un lenguaje netamente bop, el resto de los temas ,de naturaleza más heterogénea, sólo encuentra en el swing una voz, que se mezcla con muchas otras (algunas ligadas a formas más contemporáneas de jazz y otras directamente más rockeras).
En Praderas de la nada ,primer tema del disco, se percibe claramente ese dialogo entre el empuje inicial del contrabajo con los momentos más líricos o swingueros del tema. El disco sigue con La rueda, tema compuesto por Miguel Tarzia en el que el guitarrista con una gran claridad de sonido, evidencia otro de los méritos del disco, que es la condensación de energía en especial en los solos: la interacción entre los músicos es tan filosa que no hay lugar para barroquismos o excesos.
El disco continúa con Milésimas que tiene como plus un final muy sugerente en donde el tema va desarmándose poco a poco para dejar los últimos compases a la guitarra que, tímida, suelta una frase que aminora su velocidad hasta desaparecer.
Dividiendo al disco en dos se encuentra el tema Vigilia canción en la que cada uno de los músicos despliega su inagotable caudal de recursos e ideas, tanto en el acompañamiento como en los solos (el tema tiene pasajes decididamente sorprendentes, combinando por ejemplo, un solo de batería sobre un vamp ultra pesado, con otros de delicado minimalismo).
El quinto tema del disco Solanas que no es de Urquiza sino del compositor argentino Guillermo Klein, no hace sino resaltar una vez más los méritos de la sección rítmica del cuarteto que muestra a cada momento una solidez apabullante.
Si todas las composiciones juegan sin dogmatismos mezclando géneros y hablando una lengua que alternativamente se une y fragmenta en un sinfín de vocabularios apropiados de diversas tradiciones, la versión de Helter Skelter puede leerse como prueba de esa actitud despreocupada y desafiante de Urquiza frente a la “procedencia” de los temas. El cuarteto toma el clásico de Lennon y McCartney y lo moldea acercándolo al resto de las composiciones del disco, sin por eso perder la actitud Punk del tema beatle.
Si algo prueba Vigilia es que el trompetista realiza un trabajo inmenso para que cada composición tenga esa cualidad de “canción”. El cuarteto tiene una unidad que adquiere su fuerza no de la segmentación y la rigidez impermeable de los géneros, sino de la heterogeneidad de la marea. La superficie sonora de las canciones del disco se comporta igual que la superficie habitada del mar, que comparte su gran movimiento, su incesante ritmo, con el de las miles de criaturas que se agitan en su interior.





S: Me gustaría empezar por el título del disco. La palabra "Vigilia" sugiere mucho, en especial me hizo pensar en el estado de atención que acompaña al trabajo; en la concentración del que se avoca a una tarea que requiere por su dificultad postergar todo cansancio.
¿Cómo llegaste a esa palabra, a ese título?

JC: El título tiene que ver más con el tema que con todo el disco. El tema trata de reflejar los distintos estados de ánimo y sensaciones que uno vive cuando espera la llegada de algo ansiado.

S: En cada canción se percibe un importante trabajo sobre la concentración.
¿Qué rol juega para vos el “estar alerta” a la hora de tocar?

JC: Creo que para hacer música y especialmente este tipo de música la concentración es clave, es muy importante estar constantemente conectado con los otros músicos para lograr una interacción profunda, que es probablemente el aspecto más importante de la música improvisada.

S: ¿Cómo fue el proceso por el cual se fue formando el disco? ¿Compusiste los temas en un mismo período?

JC: Básicamente sí, aunque cuando presentamos el disco anterior ya tenía un par de los temas que finalmente conformaron "Vigilia", a los pocos meses ya tenía prácticamente todo el material y luego de varias tocadas y encuentros pude redondear toda la música.

S: ¿Fue complicada la selección del orden de los temas?

JC: No, pero fue algo pensado cuidadosamente.

S: Las canciones son muy ricas en su interior, casi como pequeñas obras independientes, sin embargo hay un hilo conectando todo el disco
¿Cómo lograste equilibrar ese carácter independiente de cada canción con el del disco como totalidad?

JC: Creo que tiene que ver con el lenguaje que estoy explorando en esta etapa, principalmente concentrado en el aspecto rítmico, todos los temas tienen un fuerte foco en este punto

S: Tu canción Vigilia tanto por su duración como por la complejidad interna aparece como una pieza por sí misma, además se encuentra en el centro de la obra separando el disco al medio
¿La pusiste estratégicamente en ese lugar, o simplemente quedó ahí?

JC: Tiene que ver mas con la curva general del disco. A partir de esa búsqueda fue que Vigilia ocupó ese lugar en la lista.

S: Además de tus composiciones incluiste La rueda de Miguel Tarzia y Solanas de Guillermo Klein
¿Cómo trabajaste estos temas en relación con los tuyos?
JC: El hilo conductor más que nada pasa por el sonido que se fue logrando como banda más allá de las composiciones, lógicamente son temas que elegí teniendo en cuenta como podían integrarse a la propuesta general.

S: En tu disco anterior trabajaste sobre un tema de Charly y ahora en éste con Helter Skelter de los Beatles
¿Cómo surgió esa idea?

JC: Más que nada por que es música que me encanta y quería aportarle una mirada mía.


S: En la escena de Jazz local hay una enorme actividad y rotación en las formaciones, vos sin embargo tanto con el Quinteto Urbano como con tu proyecto solista mantenés un concepto más de banda estable, que se puede ligar tanto al jazz como también a la idea más rockera de banda en donde cada miembro es irremplazable.
¿Qué sentís que le aporta a tu música el tener una formación estable?

JC: Me aporta principalmente el trabajo a largo plazo con resultados más logrados, a diferencia de proyectos más efímeros donde no se alcanza el nivel de profundidad, más que nada en cuanto a la incorporación del material. Cuanto más conoce uno la música y la trabaja con un plantel estable más son los riesgos que se pueden tomar a la hora de improvisar.


S: A lo largo del disco la interacción entre ustedes es muy filosa
¿Ensayaron mucho para lograr ese nivel de comunicación?

JC: Realmente sí, se ensayó mucho y se tocó mucho en vivo especialmente para trabajar ese aspecto.


Para más información:
www.juancruzdeurquiza.com.ar
www.myspace.com/juancruzdeurquiza

8 comentarios:

Merian dijo...

OK, me convenciste, voy a tener que ir a ver algo de jazz.

Anónimo dijo...

Sí posta..

Me re gustan tus notas Sebi.

Merian dijo...

¿Salvajismos tiene algo que decir sobre la vuelta recontra vuelta de Portishead con "Third"?. Con una primera escuchada, me quedaron "The Rip" y "Machine Gun".

S dijo...

parece que a M (la otra m) no le gusto mucho. lo voy a escuchar un poco mas.

Anónimo dijo...

como ahora vivo con el pelado medio que le hago los comments personalemnte, pero quiero dejar sentado que me encanta lo q escribe!

(aunque para mí la música sin voz sea un embole, je)

Anónimo dijo...

ooooh! So sweet!!!!!!!!!

Ezequiel M. dijo...

Pelado!!!
Bueno, ritornello a los blogs. ¿andás haciendo entrevistas?. Prometo leer, pasaba más que nada a saludar y a dejar chivo.
http://elcieguito.blogspot.com/

Aún no hay mucho pero como para que agendes.
Un saludo, maestro, y suerte con PPP y el niño psicótico.

E.

Anónimo dijo...

y peladoto??? Cuando nos deleitas con una noticia nueva??