Elegí una cita donde se unen dos pasiones nacionales : la peluquería y los lances de Charlus.
"Charlus toma el mentón del narrador y deja ascender sus dedos magnetizados hasta sus orejas,"como los dedos de un peluquero". Este gesto insignificante, que yo comienzo, lo continúa otra parte de mí; sin que nada, físicamente, lo interrumpa, se bifurca, pasa de la simple función al sentido deslumbrante, el de la demanda de amor. El sentido (el destino) electriza mi mano; voy a desgarrar el cuerpo opaco del otro, a obligarlo (ya que sea que responda, o que se retire, o que deje hacer) a entrar en el juego del sentido: voy a hacerlo hablar. En el campo amoroso no hay acting-out: ninguna pulsión, tal vez incluso ningún placer, nada más que signos, una actividad desprovista de habla: el disponer, en cada ocasión furtiva, el sistema(el paradigma) de la pregunta y la respuesta."
jueves, 7 de junio de 2007
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